-Y me quitarás la palabra, ya lo sé.
-Pero antes te diré esto: primero aprende cómo vivir, decía al Saltamontes el maestro Po. Luego, cómo no matar. En tercer lugar, cómo enfrentar a la muerte; y en último lugar, se aprende lo más importante, se aprende a bien morir.
-Pero no se trata de morir. No al comienzo. Se trata de aprender a controlar el sufrimiento. De acopiar las tres o cuatro grandes lecciones sobre el dolor que uno ha recibido en la vida (y no incluyo a las generalidades y perogrulladas célebremente enunciadas por el príncipe Siddharta Gotama) y ponerlas en fila, listas para funcionar como las partes de una línea de montaje, como una planta procesadora de dolores, de causales de dolor, de modo de poder decirle a cada una: “Pase por aquí, gracias, allá lo atenderán. ¿El siguiente?” Se trata, pues, de vivir: pero también, y sobre todo al final, sí, de morir.
viernes, 6 de julio de 2007
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