-Es por las plaquetas. La plaqueta del mar es la Plaqueta de Paracas. La otra se llama Plaqueta Interoceánica. Ahora están chocando. Por eso, dijeron en RPP, los terremotos en la época de la Colonia eran terremotos de tierra, pero ahora son en el mar. Es porque bueno, ahora están surgiendo unas simetrías, y cuando surge una simetría ¡zas! liberan sus energías y hay un maremoto, pues.
-Sí, pero hay que ver por qué ha sido en Ica. ¿Por qué los han castigado a ésos? Yo lo que sé es que allá hacen mucha brujería, en Ica. Así que merecido se lo tienen.
viernes, 17 de agosto de 2007
miércoles, 15 de agosto de 2007
Envidia de Arcis-sur-Aube
La razón humana enfrentada a un problema muy por encima de sus capacidades; la voluntad venciendo un imposible. Unos pocos enfrentando a muchos: el rey de Esparta en las Termópilas, Napoleón en Arcis-sur-Aube, Grau en Angamos…
¿Por qué me duele tanto? ¿Acaso porque yo mismo tuve alguna vez esa capacidad y luego la perdí? Tal vez lo que siento, lo que me conmueve, no está hecho de orgullo. Acaso su fundamento es el miedo, o la vergüenza.
¿Qué me asusta? ¿Haber visto la mirada de quienes contaban conmigo, y visto su confianza en que los guiaría, que sería su líder? ¿Acaso saber que esa lealtad, esa fe eran injustificadas?
Pero si es cierto que nunca traicioné esa confianza, ¿por qué me duele siempre tanto? Temo haberla traicionado y no recordarlo: y estar pagando las consecuencias de no haber sido quien debí ser, quien pude llegar a ser para ellos y para mí mismo. El inconcluso desperdicio de un talento; uno que no he merecido.
Escribe. Eres ese tipo de hombre.
¿Por qué me duele tanto? ¿Acaso porque yo mismo tuve alguna vez esa capacidad y luego la perdí? Tal vez lo que siento, lo que me conmueve, no está hecho de orgullo. Acaso su fundamento es el miedo, o la vergüenza.
¿Qué me asusta? ¿Haber visto la mirada de quienes contaban conmigo, y visto su confianza en que los guiaría, que sería su líder? ¿Acaso saber que esa lealtad, esa fe eran injustificadas?
Pero si es cierto que nunca traicioné esa confianza, ¿por qué me duele siempre tanto? Temo haberla traicionado y no recordarlo: y estar pagando las consecuencias de no haber sido quien debí ser, quien pude llegar a ser para ellos y para mí mismo. El inconcluso desperdicio de un talento; uno que no he merecido.
Escribe. Eres ese tipo de hombre.
domingo, 12 de agosto de 2007
Gente como huno
Como una pleura reventada, y como un lazo de regalo prieto alrededor del cuello de un amigo, de modo que no se sabe si te lo regalan o es chivo o se está ahorcando. Como un viaje interestelar que uno hizo de niño y ya no recuerda bien las escenas meteóricas, el tiovivo newtoniano de las órbitas, el lento incendio de la galaxia. Como unos hongos que prosperan tras una lluvia durante la que, sin duda, algún conocido tuyo ha muerto. Como una caja de cereales que mi mamá viene guardando desde 1966 para que no se estropee. Como un retrato de mi abuelo que uno encuentra en la web, un cuadro que cuelga en la pared en el retrato del abuelo de otra persona. Como cien minutos brillantes corriendo al sol con un hijo de catorce años. Como caminar hacia Le Croissant a solas, otra vez a solas, también ahora a solas, riendo de viejos chistes. Como la honesta perspectiva peruana de saber que, antes de las matanzas Chavín, tuvimos las matanzas Caral. Como suponer que algo interesante habrá, después de todo, en ese lago que nos sonríe bajo el hielo antártico, algo que -por fin- haga irrelevante el amor, los retratos o, si cabe, el sistema educativo.
jueves, 9 de agosto de 2007
Vendo novela Casa de Enrique Prochazka
Mi hermana Mónica me comunica este hallazgo. Alguien vende mis libros en la web sin mi consentimiento. Ya me había comentado un amigo español que había encontrado ejemplares de Casa en Zaragoza (la primera edición, la peruana, no la recientemente publicada en España)
y yo no supe cómo habían llegado allá esos libros. Esta vez los ofrece la librería virtual La librería del Gato Descalzo, con quienes yo no he tenido ningún tipo de arreglo. Consigno el aviso y las respuestas, incluyendo la mía al final...
Vendo novela Casa de Enrique Prochazka
Tras un accidente el protagonista olvida quince años del pasado. Acompáñalo en la búsqueda por recuperar su identidad.
¿Lo logrará? ¿Por qué su familia se muestra tan distante? ¿Dónde está su esposa? ¿Qué sucede en esa extraña casa, en la que muy pocos han logrado entrar?
Estos misterios se verán en Casa (Lluvia Editores, 2004), enigmático libro del filósofo y antropólogo Enrique Prochazka (Lima, 1960), considerada la mejor novela peruana publicada ese año.
Actualmente se ha editado una segunda edición en España, no te quedes sin leer la versión original que la La Librería de El Gato Descalzo te ofrece.
Déjate atrapar por los secretos y laberintos de la Casa de Enrique Prochazka, no lo lamentarás.
Incluye separador de cortesía.
-Adquiérala, así como otros títulos del autor, escribiendo a cosasquemepasan@gmail.com
Diseño de carátula y dibujos interiores a cargo de Mónica Prochazka.
3 Responses to “Vendo novela Casa de Enrique Prochazka”
Vendo novela Casa de Enrique Prochazka by los Clasificado Says: Agosto 5th, 2007 at 11:12 am
[…] tan distante? ¿Dónde está su esposa? ¿Qué sucede en esa extraña casa, … Lea mas en Germán traido a usted por […]
Leslie_Ruiz Says: Agosto 8th, 2007 at 7:38 pm
Me pareció interesante lo que me relataste de esta novela espero me guardes unaaa !!
Enrique Prochazka Says: Agosto 9th, 2007 at 10:14 am
Hola, soy el autor del libro. Bien por ustedes, que lo están distribuyendo por este medio, pero quisiera conocer la manera como han obtenido Uds. los ejemplares que están distribuyendo. Hago ver que la totalidad de la edición fue financiada por mí, y que por lo tanto los ejemplares que están uds. ofreciendo me pertenecen. Venderlos sin mi consentimiento, y desde luego sin reembolsarme el producto de las ventas , es un delito. Mucho les agradeceré responder mi pregunta, o iniciaré las acciones legales correspondientes.
Atte, Enrique Prochazka
y yo no supe cómo habían llegado allá esos libros. Esta vez los ofrece la librería virtual La librería del Gato Descalzo, con quienes yo no he tenido ningún tipo de arreglo. Consigno el aviso y las respuestas, incluyendo la mía al final...
Vendo novela Casa de Enrique Prochazka
Tras un accidente el protagonista olvida quince años del pasado. Acompáñalo en la búsqueda por recuperar su identidad.
¿Lo logrará? ¿Por qué su familia se muestra tan distante? ¿Dónde está su esposa? ¿Qué sucede en esa extraña casa, en la que muy pocos han logrado entrar?
Estos misterios se verán en Casa (Lluvia Editores, 2004), enigmático libro del filósofo y antropólogo Enrique Prochazka (Lima, 1960), considerada la mejor novela peruana publicada ese año.
Actualmente se ha editado una segunda edición en España, no te quedes sin leer la versión original que la La Librería de El Gato Descalzo te ofrece.
Déjate atrapar por los secretos y laberintos de la Casa de Enrique Prochazka, no lo lamentarás.
Incluye separador de cortesía.
-Adquiérala, así como otros títulos del autor, escribiendo a cosasquemepasan@gmail.com
Diseño de carátula y dibujos interiores a cargo de Mónica Prochazka.
3 Responses to “Vendo novela Casa de Enrique Prochazka”
Vendo novela Casa de Enrique Prochazka by los Clasificado Says: Agosto 5th, 2007 at 11:12 am
[…] tan distante? ¿Dónde está su esposa? ¿Qué sucede en esa extraña casa, … Lea mas en Germán traido a usted por […]
Leslie_Ruiz Says: Agosto 8th, 2007 at 7:38 pm
Me pareció interesante lo que me relataste de esta novela espero me guardes unaaa !!
Enrique Prochazka Says: Agosto 9th, 2007 at 10:14 am
Hola, soy el autor del libro. Bien por ustedes, que lo están distribuyendo por este medio, pero quisiera conocer la manera como han obtenido Uds. los ejemplares que están distribuyendo. Hago ver que la totalidad de la edición fue financiada por mí, y que por lo tanto los ejemplares que están uds. ofreciendo me pertenecen. Venderlos sin mi consentimiento, y desde luego sin reembolsarme el producto de las ventas , es un delito. Mucho les agradeceré responder mi pregunta, o iniciaré las acciones legales correspondientes.
Atte, Enrique Prochazka
miércoles, 8 de agosto de 2007
Tántalo eidético
Una terca neblina me estaba borrando la lógica, la imaginación, la memoria, la razón. Creo que este olvido parte de la falta de ganas de recordar. Re-cordar: volver a poner en ello el corazón. Y hé ahí la dificultad: porque quizá el corazón nunca estuvo.
Por ejemplo, ponerse uno una grabadora, hablarle todo el día, usarla para registrar las ideas que saltan al acaso: respondiendo a la vieja convicción de que los largos discursos y las frases rimbombantes construyen una realidad mejor que las palabras maltratadas por la lentitud del teclado. Yo no estoy pensando a la velocidad suficiente porque estoy pensando en escribir: porque nunca puedo escribir todo el tiempo que necesito. Porque los ratos que me puedo verdaderamente sentar a escribir (en pleno dominio de mis circunvoluciones) son, otra vez, ese Polvo de Cantor crónico que fractura la continuidad de mis ideas -que la hubo, helvética- y que pugna desde el centro de ese algo inmenso y moribundo que se me desdibuja, hacia una exterioridad también en agonía. Yo soy algo que quiere hacer: yo no soy un silencio ni una quietud. Si callo, es porque estoy siendo silenciado; si me aquieto, porque estoy siendo detenido. Ambas cosas con éxito, es verdad; pero al no nacer de mí estas cosas son percibidas como invasiones, virus, llamadas de alerta y reclamos para la existencia de un sistema inmunológico del cual todavía nada sé salvo que es imprescindible y que es urgente.
Llamo maldición de la imaginación a la conjunción de la lenta desgracia de los designadores que nos da el lenguaje humano, y la enfermiza ebullición de la imagen. Vemos a gran velocidad, pero hablamos despacio y nos comunicamos todavía más lento y no siempre con éxito. En consecuencia se acumulan las imágenes como una de las fuentes no exhaustas de la idea: pero, a causa del filtrado, lo que se queda es la idea más plana, la que consiste sólo en aspectos externos de cosas apenas concebidas, formas de nociones, color de estructuras, fugaces esqueletos de alambre de realidades cuya intuición ya sería de por sí difícil. Es curioso que sea la mente la que a la vez genera esa efervescencia enloquecedora de imágenes y la que busca protegerse de ella mediante los rudimentos de este sistema inmune, cuya operación provisoria y torpe consiste en hacer de ellas lenguaje, discurso, guión, diálogo entre viejos conocidos...
Y entro en fabulación. Pero llevo la velocidad del vórtice de imágenes, y ningún diálogo puede ser tan rápido, ningún guión tan completo, ningún hipertexto tan rico: y una y otra vez me estrello, arranco de nuevo, me trabo, me disperso, pruebo otra línea, vuelvo a chocar, perdido completamente en las imágenes el control de mi conciencia, obligado a intentar concebir el absoluto con herramientas tan torpes como pieles de oso y hachas de pedernal. Y mucho más viejas y mucho más inapropiadas para la tarea de evitar o de postergar un poco más el lunatismo.
Yo ya no desconfío de nadie. Me da igual. Aspiro a todas las traiciones.
* * *
Por ejemplo, ponerse uno una grabadora, hablarle todo el día, usarla para registrar las ideas que saltan al acaso: respondiendo a la vieja convicción de que los largos discursos y las frases rimbombantes construyen una realidad mejor que las palabras maltratadas por la lentitud del teclado. Yo no estoy pensando a la velocidad suficiente porque estoy pensando en escribir: porque nunca puedo escribir todo el tiempo que necesito. Porque los ratos que me puedo verdaderamente sentar a escribir (en pleno dominio de mis circunvoluciones) son, otra vez, ese Polvo de Cantor crónico que fractura la continuidad de mis ideas -que la hubo, helvética- y que pugna desde el centro de ese algo inmenso y moribundo que se me desdibuja, hacia una exterioridad también en agonía. Yo soy algo que quiere hacer: yo no soy un silencio ni una quietud. Si callo, es porque estoy siendo silenciado; si me aquieto, porque estoy siendo detenido. Ambas cosas con éxito, es verdad; pero al no nacer de mí estas cosas son percibidas como invasiones, virus, llamadas de alerta y reclamos para la existencia de un sistema inmunológico del cual todavía nada sé salvo que es imprescindible y que es urgente.
Llamo maldición de la imaginación a la conjunción de la lenta desgracia de los designadores que nos da el lenguaje humano, y la enfermiza ebullición de la imagen. Vemos a gran velocidad, pero hablamos despacio y nos comunicamos todavía más lento y no siempre con éxito. En consecuencia se acumulan las imágenes como una de las fuentes no exhaustas de la idea: pero, a causa del filtrado, lo que se queda es la idea más plana, la que consiste sólo en aspectos externos de cosas apenas concebidas, formas de nociones, color de estructuras, fugaces esqueletos de alambre de realidades cuya intuición ya sería de por sí difícil. Es curioso que sea la mente la que a la vez genera esa efervescencia enloquecedora de imágenes y la que busca protegerse de ella mediante los rudimentos de este sistema inmune, cuya operación provisoria y torpe consiste en hacer de ellas lenguaje, discurso, guión, diálogo entre viejos conocidos...
Y entro en fabulación. Pero llevo la velocidad del vórtice de imágenes, y ningún diálogo puede ser tan rápido, ningún guión tan completo, ningún hipertexto tan rico: y una y otra vez me estrello, arranco de nuevo, me trabo, me disperso, pruebo otra línea, vuelvo a chocar, perdido completamente en las imágenes el control de mi conciencia, obligado a intentar concebir el absoluto con herramientas tan torpes como pieles de oso y hachas de pedernal. Y mucho más viejas y mucho más inapropiadas para la tarea de evitar o de postergar un poco más el lunatismo.
* * *
Yo ya no desconfío de nadie. Me da igual. Aspiro a todas las traiciones.
martes, 7 de agosto de 2007
Happy birthday
Pero tengo esto, tengo estas líneas hechas de palabras, que antes eran palabras para ti –porque creía en ti, Nikalina, porque creía que existías o que te haría existir a golpes, tarde o temprano. Ahora sólo resta la costumbre de la tinta, las líneas hoscas sucediéndose una a la otra, hechas de palabras sin destinatario. Ya no sirven para significar; ya las hice literatura.
viernes, 3 de agosto de 2007
Ill-formuled formula
He estado observando con disgusto la, digamos, forma seudológica como proceden los profetas y dizque agoreros peruanos en su prédica. Yo afirmo que no son agoreros, precisamente porque la forma de sus enunciados es seudológica: es un silogismo mutado que esquiva toda conclusión y la sustituye por la propia predicción con distintos términos. La forma es como sigue:
1. "SI NO (SUCEDE X) EN (EL PLAZO Y), NOS IREMOS (A LA M)"
2. A continuación, páginas y páginas de demostración de que X no está
sucediendo, no digamos en el plazo Y, sino que carajo no sucederá jamás.
3. POR LO TANTO: (Y AQUÍ LA MARAVILLA SEUDOLÓGICA) REPÍTASE 1 EXTENDIENDO EL PLAZO.
Son unos genios.
1. "SI NO (SUCEDE X) EN (EL PLAZO Y), NOS IREMOS (A LA M)"
2. A continuación, páginas y páginas de demostración de que X no está
sucediendo, no digamos en el plazo Y, sino que carajo no sucederá jamás.
3. POR LO TANTO: (Y AQUÍ LA MARAVILLA SEUDOLÓGICA) REPÍTASE 1 EXTENDIENDO EL PLAZO.
Son unos genios.
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