tag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post290790300236895084..comments2023-04-06T03:24:32.589-07:00Comments on Cartas del archipiélago: DescubrimientoEnrique Prochazkahttp://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-57668090096479272122008-09-23T09:13:00.002-07:002008-09-23T09:13:00.002-07:00Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Oja...Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Ojalá lo que dices fuera verdad; pero quizá ya estoy demasiado maduro para iniciar una carrera. Veremos qué pasa. <BR/><BR/>En cuanto a lo blanco, el referente de la obra de Poe es certero. Como a todo, llegué a esa imagen a través de la ciencia ficción: en Siglo de Pleno Verano hay una referencia a las aves que vuelan hacia el sur gritando "tekeli-li, tekeli-li". De allí salté a Poe. Y sin embargo, creo que lo más antañón de todo este horror al blanco está en Melville y la blancura de la ballena.<BR/><BR/>Saludos, EEnrique Prochazkahttps://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-60033884076757775152008-09-23T09:13:00.001-07:002008-09-23T09:13:00.001-07:00Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Oja...Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Ojalá lo que dices fuera verdad; pero quizá ya estoy demasiado maduro para iniciar una carrera. Veremos qué pasa. <BR/><BR/>En cuanto a lo blanco, el referente de la obra de Poe es certero. Como a todo, llegué a esa imagen a través de la ciencia ficción: en Siglo de Pleno Verano hay una referencia a las aves que vuelan hacia el sur gritando "tekeli-li, tekeli-li". De allí salté a Poe. Y sin embargo, creo que lo más antañón de todo este horror al blanco está en Melville y la blancura de la ballena.<BR/><BR/>Saludos, EEnrique Prochazkahttps://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-23017993833724728632008-09-23T09:13:00.000-07:002008-09-23T09:13:00.000-07:00Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Oja...Hombre, Daniel: muchas gracias por la mención. Ojalá lo que dices fuera verdad; pero quizá ya estoy demasiado maduro para iniciar una carrera. Veremos qué pasa. <BR/><BR/>En cuanto a lo blanco, el referente de la obra de Poe es certero. Como a todo, llegué a esa imagen a través de la ciencia ficción: en Siglo de Pleno Verano hay una referencia a las aves que vuelan hacia el sur gritando "tekeli-li, tekeli-li". De allí salté a Poe. Y sin embargo, creo que lo más antañón de todo este horror al blanco está en Melville y la blancura de la ballena.<BR/><BR/>Saludos, EEnrique Prochazkahttps://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-39619938218520597232008-09-22T16:30:00.000-07:002008-09-22T16:30:00.000-07:00Hola Enrique: No he tenido el agrado de leer aún a...Hola Enrique: <BR/><BR/>No he tenido el agrado de leer aún a D´Argyre, aunque veo por ahí un enlace que puede ser provechoso. Pienso en otra novela en la que el color blanco lleva a lo tétrico y ominoso, la "Narración de Arthur Gordon Pym" de Poe, solo que en dicho texto el color blanco está situado en un contexto abierto y vasto. En cambio, tanto en Casa como en 2001 (la película) y la novela que mencionas, el color blanco es presagio de una situación de encierro, y parece que cuanto más atrapados están los protagonistas (o el lector/espectador), el blanco se convierte en algo casi vivo.<BR/><BR/>Discovery y Descubrimiento. A veces aterra pensar en esas cuantas "casualidades".<BR/><BR/>Y hablando de blogs: http://cifiper.wordpress.com/2008/09/18/prochazka-reeditado/ <BR/><BR/><BR/>SaludosDaniel Salvohttps://www.blogger.com/profile/09863233792442184264noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-72903949301753152812008-09-19T00:56:00.000-07:002008-09-19T00:56:00.000-07:00Y hablando de casualidades, acabo de notar que el ...Y hablando de casualidades, acabo de notar que el post se titula Descubrimiento y aquí hablamos de la Discovery.Enrique Prochazkahttps://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-13739697702032452942008-09-19T00:27:00.000-07:002008-09-19T00:27:00.000-07:00Hola Daniel, gracias por tu visita y tu comentario...Hola Daniel, gracias por tu visita y tu comentario. Mira qué curioso, justo mencionaba anteayer tus observaciones en un mail a un amigo de la adolescencia, en el que recordaba una excelente lectura de aquellos años y conjeturaba acerca de sus posibles influencias en CASA y, por tratarse de ciencia-ficción clásica, te copio aquí las partes relevantes de mi correo:<BR/><BR/>”entonces, provenientes de uno de los vastos rincones del océano del pasado, naufragaron en la diminuta playa de mi memoria un nombre y una<BR/>escena: El Runi, jugándose al ajedrez el universo contra el capitán de la nave, en la estupenda novela “Los asesinos del Tiempo”, de Gilles D’Argyre. No<BR/>recuerdo mucho de la historia, pero sí el gozo compartido contigo por el uso del ajedrez como emblema<BR/>de esta disputa inmemorial (...)<BR/><BR/>De cualquier manera recordé entonces otra escena de la novela, la del ingreso a esa incomprensible nave del futuro escondida bajo un cráter en uno de los planetas a los que llegan los héroes. Recordé los pasillos<BR/>secretos que descendían hasta la nave, protegidos por tabúes; recordé las concavidades profundas y blancas de la nave, con sus esquinas redondeadas hasta lo<BR/>engañoso; esos cielorrasos luminosos, esas figuras fantásticas que aparecían y desaparecían, pareciendo<BR/>seguir una lógica propia e incomprensible, pero intuitiva al fin y al cabo… Si no lo has adivinado ya: siempre sospeché que era a esas imágenes semiborradas<BR/>de mi memoria a las que había querido yo corresponder<BR/>con la descripción de la habitación blanca y secreta<BR/>engastada en el centro de su domicilio, a la cual<BR/>desciende Hal Durbeyfield en CASA. Me da renovado gusto que hayas sido el primero en leerla (...)Lamentablemente, mi ejemplar (¿o el tuyo?) del libro<BR/>de D’Argyre está perdido desde 1980ya no encima de tu mil veces refutadísimo piano, sino en los más<BR/>polvorientos pampones del espaciotiempo, de modo que<BR/>me resultaba imposible comprobarlo.<BR/><BR/>Pero acabo de encontrar una versión en línea: <BR/><BR/>http://losasesinosdeltiempo.blog.com/search/<BR/><BR/>y la estoy leyendo a saltos en busca de las escenas más suculentas (ahorita llego a la partida final, que recordarás), y sí, he comprobado esa delgada línea<BR/>blanca que une a CASA con otra obra de ciencia ficción, quizá más que con “2001, Odisea del espacio”<BR/>–aunque al menos Daniel Salvo ha sabido ver la semejanza entre la blancura de la Discovery en versión<BR/>Kubrick con la de la mansión Durbeyfield.<BR/><BR/>Hasta aquí mi mail. Como ves, una pista lleva a otra y uno acaba reconociéndose en lo inesperado. Un abrazo, <BR/><BR/>EEnrique Prochazkahttps://www.blogger.com/profile/09794399369618006271noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8582580550754196506.post-67251284619410688142008-09-18T17:37:00.000-07:002008-09-18T17:37:00.000-07:00Sin querer queriendo, le salió un cuento fantástic...Sin querer queriendo, le salió un cuento fantástico... aunque no me extrañaría que lo narrado fuera algo que en verdad le ocurrió.Daniel Salvohttps://www.blogger.com/profile/09863233792442184264noreply@blogger.com